Aún cuando se habla continuamente de la sobriedad castellana en cuestión de aderezos, Burgos los ha utilizado abundantemente, llevando multitud de collares, aderezos y pendientes largos, variando claro está, la riqueza de ellos en relación de la capacidad económica de la que lo usa.
La piedra característica era el coral y también plata mate y azabaches, tiras de terciopelo con relicarios o guardapelos.
Collar de azabache y plata de una vuelta con la imagen de la Virgen de la Soledad.
Collaradas de azabache y coral
El aderezo del traje femenino de gala de Burgos debe de ser generoso y abundante, y actualmente predominan la denominadas collaradas
que son collares de gran tamaño de tres hilos.La collarada trata de un collar realizado en tres partes, las cuales se unen al final en un cordón que suele ser en raso negro.
Como puede apreciarse la longitud de dichas partes es diferente y está construido en azabache y plata y, asimismo porta diferentes cruces y medallas también de plata. Se trata de un collar bastante pesado engarzado con hilo de acero ya que las mozas que lo portan bailan con él jotas, ruedas, pasacalles, polcas, etc., por ello suelen llevarlo sujeto a la chaquetilla con imperdibles a fin de que la collarada se mueva lo menos posible.
(También puede realizarse con coral y dorado viejo)
Collarada de coral
En cuanto a la joyería, en las "collaradas" se representan a todos los santos burgaleses: Santa Casilda, San Cosme y San Damián, San Lesmes, San Amaro, San VIcente, la Soledad, la Virgen de la Blanca o San Vitores.
Collar sencillo de azabache con pendientes
Rosarios en negro y rojo, que se suelen utilizar con la indumentaria
"denominada de trabajo"
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