Durante muchos meses, pero de forma especialmente intensa las dos semanas anteriores a la fiesta, los niños varones de Silos, residentes y ausentes, ensayan a las órdenes del maestro, las danzas que habrán de ejecutar en honor a la Virgen en diferentes momentos de la fiesta. Los danzantes, ocho en total, vestidos con trajes típicos (enagua blanca almidonada, camisa, medias y zapatillas blancas; dos anchas bandas de seda cruzadas por el pecho y la espalda y una pañoleta, también de seda, ceñida a la cintura; cintas en los brazos y en la cabeza, todas ellas de muy vivos y variados colores.
Esta fiesta se venía celebrando sin interrupción, pero por culpa de un incendio que se produjo en el Ayuntamiento de la localidad el 17 de septiembre de 1959, y que destruyó todo el vestuario, terminó con esta tradición y casi con el grupo de danzantes que, afortunadamente, después de una recomposición un tanto zarzuelera, desde hace unos años ha vuelto a recuperar el vestuario original, de os ocho adolescentes, con sus cintas y enagüitas con pañolón delantero.
DESCRIPCIÒN DEL VESTUARIO DE LOS DANZANTES DE SANTO DOMINGO DE SILOS
Cabeza; Cinta roja, atada con lazo en un lateral
Tronco: Camisa blanca
Caderas: Calzón blanco, hasta la rodilla, rematado con puntillas, y falda blanca bordada e incluso con pasacintas.
Piernas: Media blanca y alpargata negra.
Pañolón bordado en la cintura , atado atrás, con el pico colgando por delante a modo de delantal.
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